Consejos para mejorar el sueño de tu bebé

Consejos para mejorar el sueño de tu bebé

¿Tu bebé recién nacido tarda mucho en dormirse o se despierta muchas veces durante la noche? ¿Llevas semanas durmiendo poco y no le ves fin a esta etapa? No te preocupes: no estás sola, y estos obstáculos tienen solución.

Los problemas con el sueño de los bebés recién nacidos son bastante comunes, especialmente durante las primeras semanas en casa. Las noches sin dormir son casi un ritual para los papás primerizos, pero la buena noticia es que no es para siempre.

Tú y tu pareja pueden tomar acción para ayudar a su bebé a dormir mejor, y así también conseguir unas cuantas horas más de sueño para ustedes. En este artículo te compartimos algunas recomendaciones para mejorar el sueño de tu bebé, y que le ayudarán a dormir más y mejor incluso a largo plazo.

Consejos para mejorar el sueño de tu bebé

Hay docenas de acciones que tú y tu pareja pueden tomar para ayudar a su bebé a conciliar el sueño, y lo mejor es que es más fácil de lo que crees. Si sigues estas recomendaciones, estamos seguros de que tanto tu bebé como ustedes comenzarán a dormir toda la noche en menos tiempo de lo que se imaginan:

Desarrollen una rutina nocturna

Una de las mejores maneras de ayudar a tu pequeño a dormir mejor es estableciendo una rutina diaria que seguirás cada noche antes de llevarlo a la cama. La idea es incluir actividades relajantes que servirán como señales para que tu bebé las asocie con la hora de dormir. Entre las actividades que puedes implementar en la rutina nocturna de tu bebé se encuentran:

  • Un rico baño de 5 minutos o más
  • Cantarle sus canciones de cuna favoritas
  • Leerle un cuento en voz baja
  • Darle un masaje relajante de 3 minutos o más

Lo recomendable es que esta rutina nocturna dure unos 30 minutos, para darle suficiente tiempo a tu bebé de prepararse para dormir.

Programa su “reloj interno”

De la misma manera que los adultos, los bebés tienen su propio ritmo circadiano, es decir, un reloj biológico que toma las señales del entorno y ayuda a regular nuestra percepción de día (horas activas) y noche (hora de dormir).

Tú puedes ayudar a tu pequeño a regular este reloj interno siguiendo estas recomendaciones:

  • Incentívalo para que despierte todos los días a la misma hora. No tienes que despertarlo bruscamente si sigue dormido, simplemente abre un poco la cortina o comienza a hablarle bajito para que despierte tranquilo y feliz.
  • Expónlo a la luz del día durante la mañana y la tarde, tal vez con unos relajantes paseos después de comer, o quizá poniendo su moisés o su área de juego cerca de una ventana.
  • Evita la exposición a luz artificial en las noches. Procura instalar luminarias atenuables, e incluso puedes intentar regular el ritmo circadiano de tu bebé con las horas reales de día y noche.

Crea un ambiente óptimo para el sueño

La recámara de tu bebé debe convertirse en un santuario del sueño por las noches, para ayudarlo a dormir cada vez más horas seguidas. Ten en cuenta estas recomendaciones para el espacio en el que tu bebé duerme por las noches:

  • Procura que la temperatura oscile entre los 20° y 22° grados centígrados para que no pase frío ni calor. 
  • Instala iluminación tenue que bloquee la luz azul para no afectar su ritmo circadiano
  • Evita los ruidos fuertes: háblale en voz baja, y mantén las ventanas bien cerradas para no dejar pasar los sonidos del exterior.

Ponlo a dormir cuando esté listo

La razón por la que muchas veces los bebés tardan mucho en dormirse o se despiertan justo después de quedarse dormidos puede ser porque todavía no estaban listos para comenzar su rutina nocturna. Te recomendamos que comiences a prepararlo para dormir en el momento en el que veas señales de sueño en tu bebé.

Si notas que se está durmiendo más tarde de lo que te gustaría, no intentes forzarlo a dormir más temprano. Mejor inicia la rutina nocturna un poquito antes cada día, y poco a poco tu bebé se acostumbrará a ir a la cama a la hora deseada.

Si se despierta en la noche, no intervengas de inmediato

Aunque el instinto de toda mamá es correr a consolar a su bebé en cuanto comienza a llorar, esto puede tener un efecto contrario por las noches. Si escuchas que tu bebé se despierta y comienza a hacer ruido, no intervengas de inmediato. Dale la oportunidad de consolarse a sí mismo; las posibilidades son altas de que él solo consiga nuevamente el sueño.

En caso de que siga llorando y veas la necesidad de atenderlo, lo ideal es mantener las luces apagadas o tenues, evitar hacer ruido y moverlo lo menos posible.

Prueba la técnica del “Dream feeding”

Esta técnica consiste en darle de comer al bebé cuando ya esté dormido, y justo antes de que tú te vayas a la cama. De esta manera alargas un poco más tu sueño, y lo alineas a los patrones de sueño de tu bebé.

Para lograrlo, toma en brazos a tu bebé dormido y comienza a estimular su reflejo acariciando su boquita y ofreciéndole pecho o su biberón. Si tienes dudas sobre cómo implementar el Dream Feeding con tu bebé, consulta a tu pediatra.

Analiza los patrones de sueño según la edad de tu bebé

¿Tu pequeño tiene un sueño muy ligero y se despierta fácilmente? Si es un recién nacido, esto es completamente normal. El sueño de los bebés va cambiando con su edad, y aprender a reconocer lo que es común y lo que puede trabajarse te ahorrará muchos dolores de cabeza. 

Los patrones de sueño de los bebés se dividen de la siguiente manera:

  • De los 0 a los 3 meses: los bebés duermen en períodos cortos durante casi todo el día, sumando entre 13 y 16 horas de sueño cada 24 horas. Es común que se muevan mucho, e incluso que vocalicen de vez en cuando.
  • Entre los 3 y los 4 meses, los bebés comienzan a dormir hasta 5 horas seguidas o más. Siguen durmiendo siestas, por lo que sus horas totales de sueño van desde 12 hasta 16 horas al día.
  • De los 5 a los 6 meses, algunos bebés comienzan a dormir toda la noche, incluso hasta 10 horas seguidas. Sus horas totales siguen siendo entre 12 y 16, con siestas incluidas.
  • De los 7 a los 12 meses, la mayoría de los bebés seguirán despertando durante la noche, pero poco a poco habrán aprendido a conciliar nuevamente el sueño por sí mismos. Una o dos siestas al día siguen ayudando para cumplir las 12-16 horas de sueño necesarias para esta etapa.

Recuerda que cada bebé es único, y es posible que existan variaciones entre los patrones comunes y aquellos propios de tu pequeño. Consulta a tu pediatra para más detalles sobre los patrones de sueño particulares de tu bebé.

Si está dormido, ¿tengo que cambiarle el pañal?

Durante el día, la regla de oro es: cambia el pañal sucio inmediatamente, o cada dos o tres horas aproximadamente. Pero, ¿esta regla aplica también por las noches?

La respuesta es: no necesariamente. Algunos estudios sugieren que los bebés no se despiertan con la sensación del pañal mojado, y los pañales de alta calidad como Soft Dreams están hechos para absorber la humedad y mantener la piel de tu bebé seca.

Así que no es necesario cambiarle el pañal a tu bebé por las noches. Las únicas excepciones son si está en tratamiento para dermatitis de pañal severa, si se llegara a mojar su cama o su pijama, o si el pañal está sucio con sólidos.

En caso de que tengas que cambiarle el pañal a tu bebé en la noche, te recomendamos lo siguiente:

  • Cámbialo antes de dormir, como parte de la rutina nocturna de la que hablamos en este artículo
  • Utiliza pañales desechables Soft Dreams, que cuentan con barreras antiescurrimiento, cintas súper flexibles y tecnología Control Gel que asegura hasta 12 horas de máxima absorción.
  • Asegúrate de que le queda bien el pañal; no debe estar muy ajustado ni muy holgado
  • Si vas a darle de comer durante la noche, cambia su pañal antes, ya que es menos probable que se despierte
  • Ten todo a la mano, como pañales y toallitas húmedas Soft Dreams, para hacerlo lo más rápido posible
  • Evita conversar con él o verlo a los ojos, para no estimularlo de más

Ten paciencia y sé consistente

Entender los hábitos de sueño de tu bebé te tomará tiempo, y requiere de mucha observación, prueba y error, flexibilidad y, sobre todo, paciencia.

Durante este proceso, lo más importante es la constancia: no te rindas, sigue nuestras recomendaciones y verás que muy pronto comenzarás a ver resultados en el sueño de tu bebé, y estarás durmiendo más de lo que creías posible.